Hoy comenzamos el recorrido de la parte “noble” de la Catedral,
es decir la que ocupa la cabecera del templo.
En nuestro camino encontramos en primer lugar la Capilla de San Pedro. Lo primero que
llama la atención de ella es la espléndida reja que la cierra, forjada en 1.780
por fray José Cordero, religioso lego del convento de San Francisco, en el
Puerto de Santa María.
Capilla de San Francisco. |