Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad.

Historia, leyendas y curiosidades de nuestra ciudad y sus alrededores

domingo, 27 de diciembre de 2015

Iglesia de San Andrés, -II (actualizada).

Continuamos el recorrido.
Después de admirar las magníficas imágenes, salimos de la capilla y, tras contemplar una efigie de la Virgen del Carmen, de tamaño académico y atribuida a Cristóbal Ramos, situada en una repisa sobre el muro, llegamos a la cabecera de la Epístola, ocupada por la Capilla Sacramental.
Virgen del Carmen.
Dos bonitos ángeles lampareros y dos lienzos que representan a San Roque y San Sebastián, situados junto a un arco de medio punto, nos dan paso a la capilla, cubierta por una bóveda octogonal con linterna, todo ello decorado con pinturas al fresco atribuidas a Valdés Leal o a su hijo Lucas Valdés (seguramente las inició el padre y las finalizó el hijo como consta que sucedió con otros encargos). 
Presidiendo este espacio se encuentra el retablo de Nuestra Señora del Rosario, de madera tallada y dorada durante la primera época del barroco sevillano y, atribuido, al menos algunas de sus partes, a Bernardo Simón de Pineda. Contiene en el intradós del arco de medio punto quince óvalos pictóricos con los Misterios del Santo Rosario, pintados por Valdés Leal, quien asimismo realizó la delicada imagen sedente de Nuestra Señora del Rosario en madera policromada (una de las escasas obras escultóricas de este gran artista), que se alberga en el interior de la bella hornacina central. Cuatro columnas salomónicas enmarcan la hornacina, en tanto que un medallón presente en el ático nos muestra El martirio de San Andrés.
Retablo de Nuestra Señora del Rosario.
A sus pies se encuentra el Sagrario, que es una destacada pieza de plata de ley en su color, con forma de templete, que se asienta sobre plinto de base cuadrangular decorado con guirnaldas, con ocho columnas adosadas, entorchadas, cuyo fuste se decora con rocalla: dos enmarcan cada una de las tres caras visibles, y otras dos, mayores, sirven de sustento a todo el conjunto. Su frontal presenta un relieve de La Sagrada Cena.
Se sitúa sobre un altar de plata de ley, obra de 1.930 de Cayetano González, con el motivo central del Cordero sobre el Libro de los Siete Sellos, escoltado por los símbolos de los cuatro Evangelistas: niño, león, toro y águila.
Altar y Sagrario de la Capilla Sacramental.
Bóveda octogonal de la Capilla Sacramental.
La nave de la Epístola, vista desde la Capilla Sacramental.
Hemos llegado ante el presbiterio. El retablo mayor, de estilo barroco, es de finales del siglo XVIII. Formado por banco y dos cuerpos de tres calles, compartimentadas por columnas. El primer cuerpo está presidido por una talla de la Inmaculada Concepción, de Jerónimo Hernández, en 1.570. A sus lados aparecen San Pedro y San Pablo; sobre ella, San Andrés y, ya en el ático, Santa Bárbara, con San Roque a su izquierda y una figura ataviada de diácono que no he podido identificar a la derecha ¿San Esteban?¿San Lorenzo?
Retablo Mayor.
Primer cuerpo.
Inmaculada Concepción. Jerónimo Hernández, 1.570.
San Andrés.
San Andrés Apóstol e Inmaculada Concepción.
San Pedro.
San Pablo.
Segundo cuerpo.
Santa Bárbara.
¿San Esteban?¿San Lorenzo?
San Juan Bautista.
Bóveda del presbiterio.
Numerosas pinturas, algunas de Juan de Roelas y Valdés Leal, decoran los muros del presbiterio, sobre los cuales luce una espléndida bóveda de crucería.
Presbiterio. Muro del Evangelio.
Presbiterio. Muro de la Epístola.

La entrada habitual, por la puerta de la Epístola presenta un pequeño escalón de unos siete centímetros.

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