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domingo, 12 de agosto de 2012

Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias Coronada (Los Gitanos). Antigua iglesia del exconvento del Valle, -II y final.


En esta segunda parte recorreremos el interior del templo.

La primera capilla del lado de la Epístola está ocupada una pintura de buen tamaño y estilo moderno, de autor y temática desconocidos. Bajo ella se ha ubicado una hornacina que contiene los restos de Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba, cubriendo el hueco una lápida de mármol en su honor.
Sepultura de la Duquesa de Alba.
Fotografía de Millán Herce por cortesía del diario ABC de Sevilla.
Le sigue la Capilla de la Virgen del Valle, antigua titular de la iglesia del convento del mismo nombre. Se trata de una talla de origen medieval desconocido, a la que Juan de Astorga, en 1.801, renovó completamente el aspecto. Le hizo una mascarilla de papelón con cabellera de estopa, introduciendo de paso un documento con los detalles del contrato. El resto de la imagen, que permanece oculta por las vestiduras, es la original, de tamaño bastante más pequeño de lo que su aspecto general sugiere. El Niño Jesús que sostiene con su brazo izquierdo parece ser una obra barroca.
Virgen del Valle.
En la zona de la cabecera de la nave vemos un cuadro de la Virgen del Rocío artísticamente enmarcado.
Virgen del Rocío.
En el presbiterio encontramos el camarín de la Santísima Virgen de las Angustias, escoltada por dos retablos independientes, uno a cada lado y, ante el conjunto, la efigie de Nuestro Padre Jesús de la Salud, sobre una gran peana de mármol.
Altar Mayor del Santuario.
Imágenes titulares de la Hermandad de los Gitanos.
Desde el otro lado.
La imagen de la Virgen es del siglo XX. Se encargó, para sustituir a la quemada en el año 36 atribuida a Montes de Oca, al imaginero José Manuel Rodríguez Fernández-Andes, quien la donó a la hermandad. Mide 1,64 metros, sus ojos son de vidrio, con pestañas artificiales, mostrando cinco lágrimas de cristal, dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda. La boca la tiene entreabierta y marcados los dientes superiores y la lengua.
El camarín que alberga a la Virgen procede del convento dominico de Santa Florentina, de Écija. Es de estilo barroco tardío, casi rococó, con rocallas y espejuelos, realizado en madera tallada y dorada,  y policromado en celeste con motivos vegetales, imitando una porcelana. Tiene un friso con las Letanías de la Virgen, relicarios enmarcados y, en su exterior, dosel rematado con una pintura de que representa a Santa Florentina.
Camarín de María Santísima de las Angustias Coronada.
En el acceso al camarín podemos admirar una serie de pinturas, obras del pintor malagueño Raúl Berzosa, realizadas con óleo sobre lienzo, enmarcadas con molduras en oro viejo. Fueron donadas por la Casa de Alba y representan los Siete Dolores de la Virgen María: Dichas obras son: La profecía de Simeón, La huida a Egipto, La pérdida del Niño Jesús en el templo, María encuentra a Jesús con la Cruz al hombro, La Crucifixión y Muerte de Jesús, María recibe a Jesús bajado de la Cruz y La sepultura de Jesús.
En la parte inferior del camarín se encuentran tres hornacinas protegidas mediante vidrios, que albergan figuras de San Agustín y San Nicolás, obras de Darío Fernández Parra, talladas en madera de cedro, y una Virgen de África en el centro, realizada en plata por Villarreal en 1.974. Las imágenes de los santos recuerdan la estancia temporal de la hermandad tanto en el convento agustino del Pópulo como en la iglesia de San Nicolás (ya comenté al principio la agitada vida de esta hermandad a lo largo de los años).
Virgen de las Angustias. Detalle.
A ambos lados del camarín, y de intencionado estilo semejante a éste, se sitúan dos retablos de madera tallados por Francisco Pineda y dorados por Miguel Santana, con repisas que albergan a los cuatro Evangelistas, que procesionan en el paso del Señor. Los adornan pinturas que nos muestran a San Joaquín, La Anunciación, Santa Ana con la Virgen Niña y Santo Tomás en la escena de la Incredulidad (no creee la Resurrección de Cristo hasta que mete el dedo en la llaga del costado). Proceden de los pinceles de Javier Aguilar Cejas. Como curiosidad, señalar que los rostros de Cristo y la Virgen que aparecen en estas pinturas se corresponden con los de los titulares de la hermandad.
Retablos que acompañan a las imágenes titulares en el Altar Mayor.
La talla de Nuestro Padre Jesús de la Salud también es moderna, de 1.938, e igualmente de José Manuel Rodríguez Fernández-Andes. La policromía fue realizada por Guillermo Bonilla. Donada la imagen por la familia Peinado, se buscó el máximo parecido con la anterior, desaparecida en el incendio de san Román.
Nos muestra a un Nazareno con la cruz al hombro y claros rasgos de la etnia gitana, en actitud itinerante camino del Calvario.  Inicialmente se concibió como imagen de candelero, pero en 1.982 se le esculpió cuerpo y miembros, quedando tallado en su totalidad.
Nuestro Padre Jesús de la Salud.
Cortesía de  http://inciensoensevilla.blogspot.com.es
En su posición habitual, a media altura de las pilastras que soportan el arco toral, se nos muestran dos ángeles lampadarios, tallados y policromados por Rubén Fernández Parra y Francisco Fernández Enríquez. El dorado es obra de Miguel Santana.
Ángel lampadario.
En el muro derecho del presbiterio (mirando de frente), se abre la entrada a la Capilla Sacramental, en cuyo acceso podemos ver una efigie de la fundadora de las religiosas del Sagrado Corazón, Santa Magdalena Sofía
Entrada a la Capilla Sacramental desde el lado derecho del presbiterio.
Santa Magdalena Sofía, fundadora de la orden del Sagrado Corazón.
Adorna la estancia un precioso retablo de estilo barroco realizado en 1.955 por el escultor José Vázquez Sánchez, según diseño del padre Ardales. Consta de tres calles coronadas con dosel con el escudo de la Hermandad y dos ángeles pasionistas, estando presidido por una Inmaculada confeccionada con barro y telas encoladas por Francisco Fernández Enríquez y Rubén Fernández Parra en el año 2.000. La corona y la media luna son de plata, de Manuel de los Ríos. A los lados, dos ángeles sedentes  que portan relicarios en sus manos, fueron realizados por José Fernández Andes y proceden del antiguo paso del Cristo.
Retablo de la Inmaculada.
Inmaculada Concepción.
Se trata del antiguo retablo que, en la iglesia de San Román, acogía a los titulares de la hermandad y que, hoy en día, lo sigue haciendo cuando es necesario preparar el altar mayor para alguna actividad litúrgica.
Retablo de la Capilla Sacramental ocupado por los titulares de la Hermandad.
La primera capilla desde la cabecera del Evangelio es la dedicada al beato Ceferino Jiménez Malla “El Pelé”. La preside una talla completa, realizada en madera de cedro por Darío Fernández Parra, que lo representa junto a un niño al que entrega pan y chocolate. El beato  aparece con camisa morada y cordón del hábito del Nazareno, el rosario en la mano y la cruz franciscana al cuello. Fue bendecida el 13 de mayo del 2.001 por fray Carlos Amigo Vallejo.
Ceferino Jiménez Malla “El Pelé”, primer gitano beatificado.
A continuación veremos el retablo cerámico de la Virgen de Consolación, Patrona de Utrera.
Virgen de la Consolación.
Le sigue la capilla dedicada a Santa Ángela de la Cruz, con imagen (no muy afortunada, en mi opinión) de la santa, de candelero, tallada en madera de cedro por Antonio Joaquín Dubé de Luque. Detrás de ella aparece la cruz que porta Nuestro Padre Jesús de la Salud en la Estación de Penitencia.
Santa Ángela de la Cruz.
Finalmente llegamos a  un espacio dedicado a San Juan Evangelista, obra de José Vázquez Sánchez, realizada en 1.955 para el culto interno. Tras él se sitúa un cuadro de La Divina Pastora, regalo de la hermandad del mismo nombre de Cantillana, pintado por José Antonio Rodríguez Hidalgo, con marco  de Antonio Payán Calero.
San Juan Evangelista y, detrás, La Divina Pastora.
Terminamos aquí el recorrido de esta iglesia de nueva factura, a la que todavía le quedan muchos detalles por situar, pero que parece que marcha por el camino correcto. De hecho, la Casa de Hermandad tiene ya concedida la licencia junto al santuario, estando a la espera de la resolución del concurso propuesto para su diseño.
No hay impedimento para personas con movilidad reducida.

6 comentarios:

  1. Algunas correcciones
    -la Virgen de las Angustias no procede de Écija. Lo que procede del Convento ecijano de Santa Florentina es el camarín. No faltó su polémica cuando fue comprado hace unos años.
    -El apóstol metiendo el dedo en el costado de Cristo es Santo Tomás, en la escena de la Incredulidad, cuando dice que no se creerá que Cristo ha resucitado hasta que no meta su dedo en la llaga del costado. Una curiosidad de estas pinturas los rostros del Cristo y la Virgen son los rostros de los Titulares de la Hermandad.
    -La Virgen del Arco, es obvio que es la Virgen del Rocío. Desconozco el porqué de la cartela. Y al azulejo de la Virgen de Consolación le puede quitar las interrogaciones porque efectivamente es la patrona de Utrera.
    -Las pequeñas figuras de San Nicolás y San Agustín ocupan este lugar para recordar antiguas sedes históricas de la Corporación. Concretamente me refiero a la Parroquia de San Nicolás y al Convento agustino del Pópulo, respectivamente.
    -Los pequeños retablos laterales hacen juego y recuerdan al camarín central.
    -La Cruz que aparece detrás de Santa Ángela es la cruz de salida del Señor.
    Un saludo y enhorabuena por el trabajo desarrollado en la página. Una vez más.

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    1. Muchísimas gracias, Rosario.
      La entrada correspondiente a este templo ha sido de las más difíciles de documentar hasta ahora, imagino que por la juventud del nuevo templo.
      Es por ello que te agradezco enormemente los (numerosos) apuntes que me haces y que ya he procedido a incluir.
      Recibe un cordial saludo.

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  2. CARLOS NÚÑEZ DÍAZ10 de enero de 2015, 0:37

    PEPE,LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS ACTUAL,ES DEL SIGLO XX,Y NO DEL XVIII,TODA VEZ QUE-COMO BIEN DICES-,ES OBRA DE FERNÁNDEZ ANDES.
    CARLOS NÚÑEZ.

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    1. Efectivamente, Carlos. No sé en qué estaría pensando (supongo que en la imagen original) al escribir siglo XVIII.
      Muchas gracias por la rectificación.

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  3. Buenas tardes.Solo comentarle que las pinturas del altar mayor son del pintor Javier Aguilar Cejas y no de Francisco Betanzos.
    Un cordial saludo.

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