Según la tradición, sin ninguna prueba documental
que la sustente, en el lugar hoy ocupado por la iglesia de san Benito estaría
situado un monasterio dedicado a san Cristóbal, mandado edificar en el año 562
por el rey godo Atanagildo.
Sin embargo, la versión más creíble sitúa su
origen tras la toma de la ciudad por Fernando III. En el repartimiento del
terreno conquistado participan monjes benedictinos procedentes del convento de
santo Domingo de Silos, a los que corresponden terrenos en la zona de
Aznalcázar. Alfonso X concedió a la orden, en 1.259, nuevos solares situados
extramuros de la Puerta de Carmona, junto a los Caños del mismo nombre.
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Iglesia de san Benito Abad. |
De nuevo entra en juego la tradición, que afirma
que en este lugar se celebró la primera Misa tras la reconquista, mandando el
rey Fernando consagrar la antigua mezquita que allí se ubicaba, para poder
celebrar allí la Santa Misa
en los treinta días posteriores a la rendición de la ciudad, pues el monarca
había pactado con los musulmanes no entrar en ella durante ese período de
tiempo.
En un primer momento, el nuevo monasterio recibió
el nombre de santo Domingo de Silos, pero ya en el siglo XVI se cambia la advocación
por la de san Benito de Silos.
Durante la ocupación francesa el convento fue expoliado
y casi derruido y, aunque posteriormente los religiosos regresaron, en la
desamortización de 1.835 los monjes fueron exclaustrados y el convento se puso
a la venta. La iglesia, sin embargo, continuó el culto como filial de la
parroquia de san Roque.
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Portada principal de la iglesia. |
La construcción del templo actual data de los
primeros años del siglo XVII, bajo el patronazgo de los marqueses de Tarifa. El
arquitecto fue Juan de Oviedo y el maestro de obras, Andrés de Oviedo. El solar
que hoy ocupan las Hermanitas de los Pobres corresponde en parte a la primitiva
residencia de los monjes y el resto a la huerta en la que éstos labraban y
obtenían sus productos básicos para la alimentación.
Es la sede de la Hermandad del Santísimo
Sacramento, Pontificia y Real Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada
Presentación de Jesús al Pueblo, Santísimo Cristo de la Sangre, Nuestra Señora
de la Encarnación Coronada y San Benito Abad, de origen trianero a mediados del
siglo XVI y resurgida en el barrio de la Calzada en 1.921.
Se accede a la iglesia mediante dos portadas: la
principal, que da a la calle San Benito y otra lateral, en el lado de la
Epístola que se abre a la avenida Luis Montoto.
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Portada principal y, al lado, la Casa-Hermandad. |
La portada principal es adintelada, con una hornacina
superior que nos muestra un retablo cerámico del titular de la parroquia. A los
lados se sitúan dos nuevos conjuntos de azulejos, que representan a Sagrada Presentación de Jesús al Pueblo
y al Santísimo Cristo de la Sangre. A
la izquierda de la portada (mirando de frente), sobre la entrada de la
Casa-Hermandad, es Nuestra Señora de la
Encarnación la que se nos muestra pintada sobre azulejos.
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Ático de la portada principal. |
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Retablo cerámico "Jesús presentado al pueblo". |
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Retablo cerámico del Santísimo Cristo de la Sangre. |
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Retablo cerámico de Nuestra Señora de la Encarnación, sobre la puerta de la Casa-Hermandad. |
La portada lateral está compuesta por un arco de
medio punto, con pilastras y alfiz cajeados, mostrando en la clave el escudo
del Reino de Castilla-León. Sobre él se nos muestran varias cruces (griegas y
de Calatrava) y, encima del arquitrabe, vemos un nuevo retablo cerámico, con
imagen de la Virgen de Valvanera, ante la cual se arrodillan Domingo y Nuño,
anacoretas relacionados con la historia de esta Virgen. A la izquierda de esta
puerta (mirando de frente) hay un panel de azulejos que representa el encuentro
de Jesús con la Verónica,
que es sexta estación del Vía Crucis que iba al humilladero de la Cruz del Campo desde la Casa de Pilatos. Está firmado
por Pedro Navia y representa las efigies titulares del segundo paso de la Hermandad del Valle.
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Fachada del lado de la Epístola (avenida Luis Montoto). |
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Portada de la Epístola. |
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Arquitrabe, con cruces griegas y de Calatrava. |
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Retablo de Nuestra Señora de Valvanera. |
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Sexta Estación del Vía Crucis del Humilladero de la Cruz del Campo. |
En la esquina entre ambas calles, y sobre
los pies de la nave de la Epístola, se alza la torre, realizada en el siglo
XVIII, aunque renovada en 1.952. Consta de un cuerpo y la zona de campanas. En
la parte superior de la torre se alza un chapitel ochavado, decorado con
cerámicas que coronaba una cruz de forja junto a cuatro jarrones en las esquinas.
En la actualidad se encuentra en bastante mal estado; la cruz y varios jarrones
han desaparecido, y el resto de la estructura está cubierta por redes para
evitar consecuencias en los desprendimientos.
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Torre-campanario del templo. |
Cuando accedemos al interior del templo vemos que
se articula en tres naves, presbiterio y coro alto. Las naves están delimitadas
por arcos de medio punto sostenidos por columnas toscanas dobles. Sobre las
naves laterales discurren sendas galerías cerradas mediante rejas de forja. En
los muros laterales del presbiterio aparecen arcos de medio punto que comunican
éste con la Capilla Sacramental (lado de la Epístola) y con la Capilla del
Cristo de la Sangre (lado del Evangelio).
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Vista general de la iglesia desde los pies de la nave central. |
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El retablo mayor desde el mismo lugar. |
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Nave de la Epístola. |
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Nave del Evangelio. |
El cerramiento de las tres naves es mediante
bóvedas de cañón, de mucho mayor tamaño y altura la central, que se sustenta
mediante arcos fajones. La bóveda del crucero es de media naranja, dividida en
ocho gajos con pinturas que representan otros tantos santos.
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Bóveda de cañón de la nave central. |
Comenzamos nuestro habitual recorrido por los
pies de la nave del Evangelio, a nuestra izquierda. Seguiremos, pues, el
sentido de las agujas del reloj.
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Pila de agua bendita. |
En primer lugar veremos, sobre una repisa
adornada con marco dorado de madera, una escultura de san Antonio de Padua con el Niño, de Castillo Lastrucci.
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San Antonio de Padua con el Niño. Siglo XVIII. |
Le sigue un retablo neoclásico con talla moderna
del Sagrado Corazón de Jesús.
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Retablo del Sagrado Corazón de Jesús. |
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Imagen de la talla contemporánea. |
Pasamos ante la puerta de comunicación con la Casa-Hermandad y llegamos
al retablo de la Inmaculada Concepción.
El retablo es gemelo al anterior, siendo la imagen de la Virgen obra moderna de Francisco Buiza.
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Interior de la puerta de comunicación con la Casa-Hermandad. |
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Retablo de la Inmaculada Concepción. |
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Inmaculada Concepción. Siglo XVIII. |
Una pintura sobre lienzo de buen tamaño representa
a santa Gertrudis, obra de Juan del
Castillo, de 1.625.
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Santa Gertrudis. Juan del Castillo, 1.625. |
Si en este punto miramos hacia atrás, esta será
la vista que se nos ofrece:
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Nave del Evangelio, vista desde la cabecera de la misma. |
Hemos llegado a la cabecera de esta nave, donde
se sitúa la capilla del Cristo de la
Sangre. Se cierra mediante verja de hierro forjado y, sobre ella, podemos
observar una imagen de barro cocido que, quizá, pueda representar a santa Ana,
la madre de la Virgen.
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Entrada a la capilla del Cristo de la Sangre. |
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Imagen de ¿santa Ana? sobre dicha portada. |
El retablo, barroquísimo y doradísimo incluso
para un sevillano, fue terminado el año 2.009 por los hermanos Caballero, (Federico,
Manolo y Antonio), y dorado al año siguiente, en que es bendecido por el cardenal y arzobispo emérito de
Sevilla fray Carlos Amigo Vallejo. Ha sido concebido para que sea el
Crucificado el que resalte en el todo el conjunto, por lo que se aleja del típico
dosel. Dos columnas mixtas flanquean al Santísimo Cristo de la Sangre, que está situado en
una posición adelantada, cubierto por una cúpula tallada. En la parte inferior
se encuentra la mesa de altar movible, recubierto por azulejos
realizados por Manuel Ruiz, que también es el autor de la abundante
azulejería de toda la capilla en la que está instalado el altar.
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Retablo de Cristo de la Sangre. |
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Santísimo Cristo de la Sangre. Detalle. |
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Ático del retablo. |
Madera de cedro
real ha sido el material utilizado tanto en el interior como en el
exterior de la obra, un soporte noble para que no tenga problemas de
parásitos. Su estilo es barroco del siglo XVII de corte muy sevillano,
e inspirado en las andas del paso de Cristo de la Sangre.
Sus medidas son 6,40
metros de altura por 3,14 de ancho. Como curiosidad, el
retablo tiene labrados los dos escudos antiguos de la Hermandad de San Benito,
teniendo tallada la base de la cruz un monte de piñas.
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Azulejos pintados por Manuel Ruiz, en la capilla del Cristo de la Sangre. |
La imagen del Santísimo Cristo de la Sangre,
cotitular de la hermandad, es de Francisco Buiza, de 1.966, procesionando por
primera vez al año siguiente. La obra de Buiza sustituyó a otra anterior, de
igual advocación, que fue realizada en pasta de papel en el año 1.553 por
el escultor Francisco de la Vega y policromada por Pedro
Jiménez, hoy desaparecida.
No hay impedimento para personas con movilidad
reducida.
Amigo el San Antonio es obra de A. Castillo Lastrucci y la Inmaculada es obra de F. Buiza Fernandez. Un saludo
ResponderEliminarConfirmado y rectificado.
EliminarMuchas gracias por el apunte, amigo Anónimo.
¡¿Es en este convento donde hubo(y no sé si aún habrá) una docena de pinturas de D.Juan de Valdés Leal,y por otro lado me pueden decir si se puede visitar actualmente?Gracias!.
ResponderEliminarActualmente se encuentran en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús (Quinta Angustia) aneja a la iglesia de la Magdalena.
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