¿Museo de qué? ¿De la Autonomía de Andalucía?
Será nuevo, ¿no? ¿Y dónde dice que está?
Todas estas preguntas, y otras más, nos harán las
personas a las que comentemos la existencia de este museo. Ni más ni menos que
lo que me pasó a mí, que conocí de su existencia a través de un enlace en un
blog amigo.
Para informarme me paso por la web de los museos gestionados por la Junta de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es/cultura/museos/) y compruebo que no aparece en ella. Investigando un poco más encuentro, en letra pequeñita y a un lado de la página un enlace que dice:
Para informarme me paso por la web de los museos gestionados por la Junta de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es/cultura/museos/) y compruebo que no aparece en ella. Investigando un poco más encuentro, en letra pequeñita y a un lado de la página un enlace que dice:
Sigo las instrucciones y, efectivamente, aparecen nada menos que 160 museos y espacios expositivos de toda Andalucía, explicados (así da gusto) con todo lujo de detalles y fotografías.
Y digo yo: teniendo todo este patrimonio
expositivo, ¿por qué no “se le pone en valor”, como se dice ahora. ¿Por qué
cuando entras en la red y buscas “turismo cultural en Sevilla” solo siguen
apareciendo la Catedral, la Giralda, los Alcázares y la Torre del Oro?¿Para
cuando una (o muchas) ruta/s de conventos e iglesias, de la Sevilla romana, de
la ciudad de las tres culturas, de los edificios civiles, de la Exposición
Iberoamericana del 29, del gótico, del renacimiento, del barroco, del
neoclásico, del contemporáneo, de las casas-palacio? ¿Habrá lugares
interesantes por visitar en esta bendita ciudad?
Señores políticos, en estos momentos en que
prácticamente la única industria que funciona en la ciudad es la turística,
¿por qué no invertimos en potenciarla? Si se produjera un “Pacto de Sevilla”
entre los distintos partidos y entre las diferentes instituciones implicadas
(Junta, Ayuntamiento, Cabildo Catedralicio, Diputación, Confederación Empresarial)
otro gallo nos cantaría.
Desgraciadamente, cuando se producen recortes en
los gastos de la Administración Pública, siempre se comienza por el mismo
sitio: cultura. Y así nos luce.
Ahora que me he desahogado (que agustito me he quedado), paso a detallar
la visita a este interesante museo. Consta de dos edificios, el museo en sí y
las Casa de la Alegría, construida y habitada por Blas Infante hasta su muerte
(y posteriormente por sus herederos). Se encuentran unidos por un gran jardín
distribuido en varios niveles, con numerosas especies vegetales. Los
aficionados a la botánica disponen de una detallada guía en el siguiente
enlace:
En mi visita crucé el jardín más bien deprisa
porque el día de la visita se superaban los 42ºC y no era cuestión se
sufrir una insolación.
El edificio principal consta de una zona,
entrando a la izquierda, que aloja la exposición permanente y otra sala en el
lado contrario dedicada a las exposiciones temporales, amén de otras salas
aledañas destinadas a usos variados, entre ellas una sala audiovisual.
Vestíbulo del museo. |
El objetivo de este museo consiste en dar a
conocer, en especial a los andaluces más jóvenes, de una forma didáctica, el
proceso autonómico andaluz desde los primeros antecedentes a mediados del siglo
XIX, pasando por la II República y el intento de desarrollo de un estado de las
autonomías, por la etapa democrática, el referéndum 28F y por los 25 años de
autogobierno y de modernización de Andalucía, hasta la reforma en 2.007 del
Estatuto de Andalucía. Es el museo de la ciudadanía andaluza y aspira a ser un
referente educativo y al mismo tiempo un centro que impulse la investigación
sobre la memoria de nuestra comunidad autónoma.
Puedo afirmar, por experiencia propia, que el
objetivo se cumple sobradamente ya que, aunque un servidor, por edad, ha vivido
una parte importante de nuestra historia, en esta ocasión iba acompañado de un
sobrino de 22 años al que el nombre de Blas Infante “le sonaba”, pero no sabía
de qué. Cuando finalizó la visita, le pregunté si ya sabía quien fue don Blas,
y me contestó que sí y que, además, por fin se había enterado de por qué se
celebra el 28 de febrero o del origen de la bandera y el escudo de nuestra
Autonomía, entre otras muchas cosas.
Don Blas Infante Pérez de Vargas (1.885-1.936). Padre de la Patria Andaluza. |
La exposición permanente del Museo de la
Autonomía de Andalucía está dividida longitudinalmente en dos espacios: por el
de la izquierda recorremos, en seis etapas, el proceso que llevó al pueblo
andaluz a conseguir la capacidad para administrarse mediante sus propios
representantes, reglas e instituciones: la Autonomía. A través de una
escenografía que representa los principales hechos ordenados cronológicamente,
se describe la historia de este proceso de lucha y reivindicación por el
autogobierno. En el lado derecho de la sala se presentan otros tres bloques
dedicados a Nuestras Instituciones, Nuestros Símbolos y Nuestra Gente.
Réplica de la mesa de despacho de Blas Infante. |
Bloque I. Los
primeros pasos hacia la Autonomía. 1868 – 1936.
En la sociedad andaluza de finales del siglo XIX
y primer tercio del XX, los entornos rurales sufrían el subdesarrollo y la
opresión. Esta situación, así como los constantes cambios de gobierno,
provocaron al el resurgimiento de un concepto de nación fortalecida a través de
sus distintas regiones.
En este periodo se alcanzaron interesantes logros para la Autonomía andaluza, como la celebración de la Asamblea Regional de Antequera de 1.883 y el proyecto de Constitución Federal para Andalucía de ese mismo año.
Ejemplar del Pacto de Antequera. |
Con la dictadura de Primo de Rivera se detuvo el proceso autonomista,
recuperándose con fuerza durante la II República (1.931–1.936). En 1.933 se
celebra la Asamblea de Córdoba, donde se redacta un Anteproyecto de Bases para
el Estatuto de Andalucía que defiende un sistema de descentralización
político–administrativo muy parecido al actual.
Por su parte, Blas Infante publicó en 1.915 'Ideal andaluz' e intervino en la creación de los Centros Andaluces. Como un hito de relevancia hay que destacar la celebración de la Asamblea de Ronda, en la que se aprobaron los símbolos que representan nuestra Autonomía: el Escudo y la Bandera.
Original del Ideal andaluz, de Blas Infante. |
Bloque II. El
letargo de la Guerra Civil y la dictadura de Franco. 1.936 – 1.975.
El panorama que se dibujó durante la guerra y los
años posteriores es el propio de un país devastado por el conflicto. Andalucía
fue una zona especialmente deprimida, que generó un atraso histórico en el
desarrollo de sus infraestructuras y servicios.
Representación de la Guerra Civil. |
El color blanco indica la intención de imparcialidad de la muestra. |
En 1.936 estaba prevista la organización de una nueva Asamblea autonomista, que
no llega a celebrarse por el golpe militar. La Guerra Civil y la dictadura
detuvieron todos los avances conseguidos por el pueblo andaluz en favor de su
Autonomía. La represión y el exilio de muchos políticos e intelectuales del
momento desintegraron los movimientos iniciados en el primer tercio del siglo
XX, entre ellos, el autonómico andaluz.
Muchos los artistas opuestos al bando nacional fueron silenciados en la
guerra y durante la dictadura mediante el asesinato, como Federico García
Lorca, fusilado en Víznar en 1.936; la prisión y la censura, como Miguel
Hernández, apresado desde 1.939 a 1.942, cuando muere en la cárcel; o
mediante el exilio, como Rafael Alberti, que no vuelve a España hasta 1.977
tras el fallecimiento de Franco.
Bloque III.
Un pueblo en la calle que lucha por la Autonomía. 1.976 – 1.979.
Con la llegada de la Transición es el pueblo
andaluz el que se pone en marcha para conseguir una Autonomía de pleno derecho.
Prueba de ello fueron los más de dos millones de andaluces que se manifestaron
en las calles de sus respectivas ciudades y pueblos en favor de la Autonomía el
4 de diciembre de 1.977, por citar sólo uno de los hitos centrales que
representa esta parte de la exposición.
Los paraguas abiertos fueron un símbolo de las manifestaciones de estos años. |
Con la democracia se reconocieron las nacionalidades históricas y comenzaron
los procesos autonómicos, permitiéndose, como primer paso, la creación de la
Junta de Andalucía como ente pre-autonómico. Otro hito destacado fue la firma
en 1.978 del Pacto de Antequera en el que todos los partidos políticos se
comprometieron a aunar esfuerzos para conseguir la Autonomía.
Importantes personalidades del mundo de la cultura volvieron del exilio y, por fin, se pudo hacer un reconocimiento oportuno de los artistas que habían defendido la identidad andaluza. La música se erigió como portadora de himnos con una constante fundamental: la libertad. De hecho, el himno oficioso de los que vivimos aquella época era la canción Libertad sin ira, del grupo Jarcha.
Importantes personalidades del mundo de la cultura volvieron del exilio y, por fin, se pudo hacer un reconocimiento oportuno de los artistas que habían defendido la identidad andaluza. La música se erigió como portadora de himnos con una constante fundamental: la libertad. De hecho, el himno oficioso de los que vivimos aquella época era la canción Libertad sin ira, del grupo Jarcha.
Bloque IV. La
Autonomía en las Urnas. 1.980 – 1.981.
Este proceso de lucha culminó dando voz a la
ciudadanía mediante un referéndum para ratificar la iniciativa autonómica
celebrado el 28 de febrero de 1.980. La participación registrada, cerca del
65%, hizo que este referéndum autonómico fuese el más participativo de la
historia de España, poniendo de manifiesto el alto grado de compromiso y
conciencia autonomista.
El 28 de febrero de 1.980, el pueblo andaluz votó masivamente el "Sí" al artículo 151 de la Constitución. |
Este periodo estuvo marcado por las discrepancias en torno a la vía de acceso a
la Autonomía. El gobierno central, en aquel momento regido por UCD, pretendía
la vía “lenta” para Andalucía; esto es, mediante el artículo 143 de la
Constitución. La Junta Preautonómica aspiraba a alcanzarlo por la vía reservada
a las comunidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia), mediante el
artículo 151. Además, el gobierno central impuso unas duras condiciones para su
aprobación, lo que generó una crisis en el Ejecutivo con la renuncia del
Ministro de Regiones y Cultura, don Manuel Clavero Arévalo.
Bloque V. El
Estatuto de los andaluces. 1.981.
Con la aprobación del Estatuto de Autonomía para
Andalucía el 20 de octubre de 1.981 se inicia una nueva etapa de la historia de
Andalucía que marcará la vida de los andaluces durante el último cuarto del
siglo XX y los inicios del XXI.
Los medios de comunicación, en especial la televisión, tuvieron gran protagonismo en este período. |
Una vez aprobado, se emprendió un camino de construcción institucional para
sentar las bases de la Comunidad Autónoma: se celebraron las primeras
elecciones autonómicas el 23 de mayo de 1.982; se constituyó el primer
Parlamento de Andalucía y se nombró a Rafael Escuredo primer presidente de la
Junta de Andalucía. Fue éste el momento en el que se consolidó el proceso para
transferir competencias y poderes entre el gobierno central y el autonómico.
Bloque VI. Los
logros de la Autonomía: presente y futuro. 1.982 – 2.007.
Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de
1981, Andalucía ha ido superándose hasta asimilarse a aquellas regiones y
sociedades más avanzadas. Este gran desarrollo de carácter político, social y
económico genera en el siglo XXI nuevos retos y necesidades.
Andalucía se suma a las nuevas tecnologías. |
Al fondo de esta sala podemos ver un pequeño patio con un reducido estanque, que representa al río Guadalquivir, vertebrador del territorio andaluz. Se encuentra cerrado mediante una cristalera con vidrios de seguridad, sobre la que se pueden leer poesías de insignes autores andaluces.
El pequeño patio interior simboliza al río Guadalquivir. |
Llegados al final de la sala, nos giramos para volver a la salida por el otro lado. Vemos un espacio audiovisual (hay bastantes en este museo) donde podremos ver imágenes de los años de la transición y principio de la democracia.
Espacio audiovisual. |
Bloque VII. Nuestras Instituciones.
Un espacio dedicado a explicar cuáles son las
instituciones que representan la soberanía del pueblo andaluz, en el que podemos
vernos mediante una cámara de circuito cerrado con una representación en 3D de
institución elegida. Para ello basta con acercar a la pantalla uno de los tres
círculos que representan las instituciones andaluzas.
Aquí aparecemos mi sobrino Ángel y un servidor, con la maqueta en 3D del Hospital de las Cinco Llagas. |
La sede del Parlamento Andaluz se encuentra en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, en Sevilla, al que ya dedicamos una entrada en este blog. |
Consejo de Gobierno: Ejerce las funciones
ejecutivas y administrativas de la Junta de Andalucía. Está compuesto por el
presidente, los vicepresidentes (si los hay) y los consejeros. Define y dirige
la política de Andalucía y tiene su sede en el Palacio de San Telmo en Sevilla,
también visitado desde estas páginas.
Palacio de san Telmo, sede del Gobierno andaluz. |
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía: Es el
órgano supremo de la organización judicial de Andalucía. Tiene la potestad de
aplicar el Derecho y resolver los procedimientos civiles, penales,
contencioso–administrativos y sociales. Tiene su sede en Granada, en el
edificio de la Real Chancillería.
Real Chancillería de Granada, residencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. |
Muestra los símbolos originales que representan
al pueblo andaluz.
Escudo.
Según el Estatuto de Autonomía: ”Andalucía tiene
escudo propio, aprobado por ley de su Parlamento, en el que figura la leyenda Andalucía por sí, para España y la Humanidad,
teniendo en cuenta el acuerdo adoptado por la Asamblea de Ronda de 1.918” . El Museo de la
Autonomía de Andalucía conserva el escudo original aprobado por dicha Asamblea
y el escudo cerámico que coronaba la Casa de Blas Infante, el único símbolo de
la Autonomía que perduró en su lugar de origen durante la Guerra Civil y toda la
dictadura.
“La bandera de Andalucía es la tradicional
formada por tres franjas horizontales —verde, blanca y verde— de igual anchura,
tal como fue aprobada en la Asamblea de Ronda de 1.918” (Estatuto de
Autonomía de Andalucía. Artículo 3.1.) Tanto la bandera que perteneció a Blas
Infante como la primera bandera institucional de la Junta de Andalucía se
exhiben en el Museo de la Autonomía de Andalucía.
Himno.
“Andalucía tiene himno propio, aprobado por ley
de su Parlamento, de acuerdo con lo publicado por la Junta Liberalista de
Andalucía en 1.933” .
Se trata de una composición musical de José del Castillo, que armonizó la letra
y melodía propuesta por Blas Infante, quien se inspiró en los cantos que
jornaleros de algunas comarcas andaluzas entonaban en la siega. En el Museo de
la Autonomía de Andalucía se pueden escuchar distintas versiones del himno de
Andalucía.
La realidad de Andalucía a través de sus
personalidades más destacadas representadas mediante un campo de girasoles. Se
nos muestra a los nombrados Hijos Predilectos, Medallas de Oro de la Autonomía
y personajes ilustres que merecen ser recordados y homenajeados.
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