El Monasterio de Santa María de las Cuevas (la Cartuja de Sevilla), IV.

Terminada la visita del interior del monasterio, solamente nos queda visitar el exterior por la zona de la Puerta de Tierra (calle Américo Vespuccio) y las huertas, que no es poco, como podremos comprobar.

Desandamos lo recorrido hasta llegar a la puerta del atrio de la iglesia. Frente a nosotros se abre una ancha avenida (o un alargado patio, según se mire). Es el llamado Patio del Ave María. Como podemos ver, en sus árboles se han instalado unos bonitos dúplex de V.P.O. para las aves de la zona:

Dúplex y chalés pareados V.P.O. para los pájaros de la zona.

Patio del Ave María.

Al final de Patio encontramos la Puerta de Tierra (en contraste con la Puerta del Río, que es la de la fábrica, o sea, por donde entramos al inicio de la visita). Ambas puertas sufrieron importantes reformas para reparar las consecuencias de desastres naturales durante el siglo XVIII (imagino que por el terremoto de Lisboa). En ambas construcciones intervino Ambrosio de Figueroa, el cual concibe este proyecto como los accesos a los cortijos de la época. Los remates de cerámica, así como los paños de azulejos de punta de diamante reutilizados, confieren a la puerta un estilo muy popular.

En el arco de la entrada de la Puerta del Río hay una puerta que nos introduce en la Capilla de Afuera, muy sencilla, de una sola nave, aunque luce una bonita cúpula que ya es obra de Figueroa y que sustituyó a elementos más antiguos. Su uso estaba dedicado principalmente a la atención de pobres y enfermos. Actualmente está igual de "limpia" que el resto del monasterio, con la excepción del Retablo Mayor que sí se conserva:

Portada de la Capilla de Afuera.

Capilla de Afuera. Retablo Mayor.

Capilla Mayor. Bóveda.

La Puerta de Tierra desde adentro.

Vista del Monasterio desde la calle Américo Vespuccio (cortesía de Wikipedia).

Imágenes del exterior de la Puerta de Tierra.

Continuará en la próxima y definitiva entrada.