Una vez
en el interior, observamos que la planta del templo es de salón (todas las naves
se alzan hasta la misma altura), con tres naves, más otras dos laterales
formadas por las capillas situadas entre los contrafuertes. Las columnas son
poligonales, sosteniendo bóvedas góticas con nervaduras.
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Vista general de la iglesia desde el coro. |
Entre el
coro y la Capilla Mayor, el estilo arquitectónico es más complejo en la segunda
fase de la construcción, iniciada en 1.525 por Diego de Riaño. Las columnas son
cilíndricas, decoradas con molduras semicirculares, y bóvedas estrelladas muy
adornadas con motivos heráldicos y bíblicos, formando todo ello un conjunto muy
próximo ya al estilo renacentista.
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Bóvedas góticas con nervaduras de diferentes diseños. |
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Uno de los pilares de la iglesia. |
El coro, exento de la nave central, presenta elementos decorativos de estilo manierista. Cerrado con una elevada verja, podemos contemplar en su
interior el facistol y la sillería, fechada en 1.706 y de autor anónimo,
decorada con relieves de Cristo, santas y santos y pasajes bíblicos: La Virgen,
Los desposorios de Santa Catalina, un Apostolado, San José, San Juan Bautista,
San Isidoro, San Sebastián, San Mateo, San Roque, San Marcos, San Teodomiro,
San Esteban, San Antonio de Padua, el Ángel de la Guarda, Santa Marina, Santa
María Magdalena y Santa Teresa de Jesús.
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Imágenes del coro. |
En los laterales exteriores del coro se sitúan sendas capillas, al estilo de las capillas de los Alabastros de
la Catedral de Sevilla. La del lado del Evangelio, más cercana a la puerta de entrada, es la capilla
de la Inmaculada, cerrada por una reja del año 1.601. Tiene pequeño tamaño, estando ocupada por entero por un retablo pictórico de estilo plateresco, firmado por
Juan Bautista de Amiens, en el que se representa a la Inmaculada con San
Joaquín y Santa Ana de rodillas y dos ángeles coronándola, con el
Espíritu Santo en forma de paloma contemplando la escena.
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Capilla de la Inmaculada. |
Los azulejos del altar
parecen también bastante antiguos y en perfecto estado de conservación.
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Altar de la capilla. |
Ahora podemos admirar el trascoro, aunque está bastante oscuro. Se encuentra presidido por un conjunto de tablas pintadas, fechadas en 1.598 y atribuidas a Juan Bautista de Amiens igualmente, que representan escenas de la vida de San Pedro y de la Pasión: Jesús atado a la columna con San Pedro arrodillado ante Él, San Pedro postrado ante Cristo, La liberación de San Pedro por un ángel y La Crucifixión de San Pedro.
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Trascoro de la iglesia. |
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Pinturas del trascoro. Juan Bautista de Amiens, 1.598. |
Comenzamos el recorrido
de la nave de la Epístola visitando el retablo
de San Francisco de Borja, barroco de mediados del XVIII, procedente de la
iglesia del colegio de San Teodomiro tras la expulsión de los jesuitas. Le
acompañan San Sebastián y San Lorenzo.
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Retablo de San Francisco de Borja. |
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San Sebastián, San Francisco de Borja y San Lorenzo. |
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Ático del retablo. |
Pasamos el muy trabajado
cajón de entrada de la portada de la Epístola (procedente del Hospital de las
Cinco Llagas, de Sevilla, actual Parlamento de Andalucía) y llegamos a la Capilla de la Encarnación. Dispone de
dos retablos; el principal, situado al frente, es de Gaspar del Águila, de
1.580. En 1.649 es ampliado y muy modificado, perdiendo la imaginería original,
quedando formado por un conjunto de nueve pinturas sobre tabla de estilo
cercano a la escuela de Juan del Castillo.
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Retablo de la Encarnación. Gaspar del Águila, 1.580. |
En el primer cuerpo
aparecen San Sebastián, el arcángel San Miguel, una pequeña talla de la Virgen
de la Encarnación, San Antonio de Padua y San Roque.
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Primer cuerpo del retablo. De izquierda a derecha: San Juan Bautista, San Miguel, la Virgen de la Encarnación, San Antonio de Padua y San Roque. |
El segundo cuerpo está
ocupado por San Juan Bautista, la Natividad y Santo Domingo de Guzmán. Corona el
retablo el Padre Eterno.
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Segundo cuerpo: San Juan Bautista, escena de la Natividad y Santo Domingo de Guzmán. Arriba, el Padre Eterno. |
En el muro de la derecha
de la capilla, en una hornacina, nos muestra una talla moderna de tamaño
natural de San Teodomiro, realizada por el imaginero
Bonilla Cornejo, que sale de procesión el día del Corpus.
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San Teodomiro. Talla moderna de Bonilla Cornejo. |
El muro izquierdo está
ocupado por un retablo neoclásico muy poco visible, dedicado a Santa Lutgarda,
la primera en practicar la devoción al Sagrado Corazón, ya en el siglo XIII.
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Retablo de Santa Lutgarda, poco visible. |
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La nave del Evangelio, vista desde los pies. |
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Espléndido cajón de entrada de madera tallada, situado en la portada del Evangelio, procedente del Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla (actual sede del Parlamento de Andalucía). |
Un retablo del XVIII
preside la Capilla de la Virgen de la
Paz. Es de estilo manierista y acoge a la titular, con San Juan Bautista y
San Buenaventura a los lados, Santo Tomás de Aquino bajo ella y, en el ático,
un relieve de la Asunción. Sobre una cajonera adosada al muro izquierdo se
sitúa una talla de San Judas Tadeo, procedente de la iglesia del antiguo
colegio jesuita.
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Capilla de la Virgen de la Paz. |
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San Juan Bautista, la Virgen de la Paz y San Antonio de Padua. |
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Pequeña imagen de Santo Tomás de Aquino sobre el altar. |
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Ático del retablo con relieve policromado de la Asunción. |
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En el muro izquierdo podemos ver una talla de San Judas Tadeo, procedente de la antigua iglesia jesuita, con un lienzo del Cristo del Cachorro, pintado en los años 30 del siglo pasado por el carmonense José Arpa. |
Frente a la capilla
anterior, en el lateral externo del coro de este lado, como comentaba al principio, hay otra pequeña
capilla, dedicada en este caso a la Virgen del
Rosario. Está fechada en 1.598 y ocupada por un lienzo, instalado en un
espléndido marco dorado, que representa a la Virgen sosteniendo al Niño con la
mano derecha, mientras que con la izquierda sujeta el Santo Rosario.
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Capilla de la Virgen del Rosario. |
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Lienzo de la Virgen del Rosario. |
Volvemos al muro de la
Epístola para visitar la Capilla del
Corazón de Jesús. Cerrada con una verja y con bóveda de cañón decorada
mediante casetones, contiene dos retablos. El principal, situado en el muro
frontal, es del siglo XVIII, de estilo barroco ya muy cercano al rococó. Lo
preside una imagen de Olot del Corazón de Jesús, flanqueado por sendos relicarios
de San Cayo y San Amancio, ambos del XVII.
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Capilla del Corazón de Jesús. |
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Retablo principal de la capilla. |
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Imagen del Sagrado Corazón, procedente de las factorías de Olot. |
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Reliquia de San Cayo, papa de la iglesia a finales del siglo III. |
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Reliquia de San Amancio, primer obispo de Rodez (sur de Francia). |
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Busto de Cristo. |
Sobre las imágenes de
Olot, repetidamente nombradas en estas páginas quería hacer un aparte y
explicar de dónde les viene el nombre, pero hete aquí que en la búsqueda de
información sobre el tema encuentro una página en la que está perfectamente
explicado por profesionales del ramo, así que, donde hay patrón no manda
marinero:
En el sagrario del
retablo se aloja, protegido tras un vidrio un busto de Cristo con expresión de
sufrimiento.
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Retablo de la Virgen del Carmen. |
El otro altar de la
capilla, también de avanzado el siglo XVIII, situado en el muro del Evangelio
de la misma, está presidido por una imagen de candelero de la Virgen del Carmen
datada en el mismo siglo, que da la impresión de ser una Inmaculada
reaprovechada.
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Lienzo representando la escena de San Ignacio de Loyola en la cueva de Manresa. |
En el muro opuesto cuelga
un lienzo que nos muestra a San Ignacio
en la cueva de Manresa, procedente del colegio de San Teodomiro, obra de
Juan del Castillo, sobre 1.635.
Proseguimos camino hasta
la Capilla de San José y San Bartolomé,
de peculiar distribución iconográfica. Digo esto porque en el muro frontal,
ocupado normalmente por el objeto/retablo/altar más importante de la capilla,
aparece un lienzo que representa la muerte de un santo (¿quizá San Ignacio de
Loyola o San Luis Gonzaga?), en tanto que en el muro derecho se sitúa el
retablo de San José y San Bartolomé, de indudable valor artístico. Quizá la
causa sea no tapar el arco escarzano frontal y la estrecha vidriera que se
sitúa sobre él.
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Muro frontal de la capilla. |
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Lienzo del Tránsito de ¿Santo Domingo? |
En cualquier caso, el
retablo fue trazado por Martín de Gaínza, en tanto que las pinturas se deben
(ahí es nada) a Pedro de Campaña, hacia 1.545. Está formado por banco, dos
cuerpos separados por columnas compuestas y ático. Salvo San José, que está
tallado, el resto del retablo está ocupado por pinturas sobre tabla, como es
habitual en el artista flamenco. Así, en banco están representados San Jerónimo
y San Anastasio (izquierda), la escena de la Piedad (centro) y Santa Catalina
con Santa Marta (derecha).
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Retablo de San José y San Bartolomé. |
En el primer cuerpo
aparece San Bartolomé (izquierda) y su martirio (derecha). La hornacina central
la ocupa una talla de San José con el Niño, del siglo XVIII.
Pinturas de San Andrés,
la escena de la Asunción de la Virgen y San Juan Bautista ocupan el segundo
cuerpo, en tanto que en el ático podemos ver la Trinidad.
La antigüedad de este
retablo, hacia 1.540, se ha podido establecer con gran precisión debido a la
inscripción y al escudo de la familia Quintanilla que aparece tanto en el
retablo como en la reja que cierra la capilla.
Completa la iconografía
un grupo de siete pinturas agrupadas en un políptico (sobre el año 1.500),
rodeado por un elaborado marco dorado que representa escenas de la vida de
Santo Tomás.
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Políptico con pinturas sobre tabla de escenas de la vida de Santo Tomás. |
Ocupando la cabecera de la nave de la
Epístola, de estilo gótico, con bóvedas de nervaduras, al igual que la
anterior, encontramos la Capilla de Nuestra
Señora de la Antigua, ocupada enteramente por un retablo barroco del primer
tercio del XVIII. Se articula mediante banco, dos cuerpos de tres calles
(separadas en el primer cuerpo por columnas salomónicas) y ático con estípites.
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Retablo de la Virgen de la Antigua. |
La pieza central es una
reproducción fidedigna de la Virgen de la Antigua de la Catedral de Sevilla,
incluyendo a maese Rodrigo Fernández de Santaella, fundador de la primera
universidad hispalense (y natural de Carmona, por cierto), datada en el siglo
XV (la pintura original es al menos un siglo más antigua). Tan solo se
diferencian ambas obras en que la Virgen carmonense luce en los laterales de la tabla los
escudos de los Quintanilla.
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Virgen de la Antigua. |
En los laterales del
retablo aparecen San Pedro y San Pablo y, en el ático, San Teodomiro. Los
azulejos de arista del altar son también bastante antiguos, del siglo XVI.
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San Pedro. |
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San Pablo. |
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Los azulejos del altar son del siglo XVI. |
La capilla que se sitúa
en el lado de la Epístola del transepto nos muestra un Calvario fechado en el
año 1.500 con la particularidad de que el Crucificado luce pelo natural, algo
poco habitual por estos lares, y un lienzo con la conocida escena de San Martín cortando su capa. También a esta zona se abre la puerta de entrada a la sacristía, por
desgracia no visitable.
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Capilla del lado de la Epístola del transepto. |
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Calvario. |
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Crucificado de pelo natural. |
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Lienzo con escena de San Martín de Tours compartiendo su capa con un necesitado. |
Dirección: Plaza del Marqués de las Torres, s/n.
Horario de visitas:
Lunes a sábados, de 9,00 a 14,00 y de 17,00 a 19,00 horas.
Precios: 3 €. Grupos (+ de 25 pax), 1,80 €.
No existe dificultad para la visita de personas con movilidad reducida.
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