Llegamos ya ante la
Capilla Mayor. Podemos observar que su estilo no tiene nada que ver con el
resto del templo, lo cual es debido al pavoroso incendio fortuito que tuvo
lugar en 1.984, que destruyó completamente el Retablo Mayor y afectó
seriamente al resto de altares y retablos de la iglesia. Como veremos más tarde,
aún se están llevando a cabo trabajos de limpieza y restauración sobre parte
del mobiliario (la limpieza de la Capilla Sacramental debe haber sido una
pesadilla). Tan sólo se salvó el templete neoclásico con la imagen del titular
del templo, del siglo XVIII, y el Crucificado de principios del XVII. En la siguiente fotografía de la Universidad de Sevilla podemos ver el aspecto que tenía el antiguo retablo:
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Antiguo Retablo Mayor de la iglesia de San Pedro, destruido por un incendio en 1.984. |
La actual distribución de
este espacio es sencilla: el templete en el centro del presbiterio, tras el
altar y, al fondo, una serie de cuatro pinturas sobre la Pasión de Cristo y
otra central que representa la Resurrección. Sobre ellas, el Crucificado antes
comentado y, en las dos esquinas frontales, colocados sobre columnas pareadas, dos
ángeles del siglo XVII.
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Actual Capilla Mayor. |
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Templete central con la imagen de San Pedro. |
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Las dos fotografías anteriores muestran los cuatro cuadros relacionados con la Pasión de Cristo. |
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Crucificado superviviente del incendio y cuadro de La Resurrección. |
Veamos ahora la bóveda del crucero. Es de media naranja, dividida en ocho gajos y se apoya sobre pechinas que presentan relieves de los cuatro Evangelistas.
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Bóveda del crucero, con relieves de los Evangelistas en las pechinas. |
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San Juan. |
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San Mateo. |
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San Lucas. |
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San Marcos. |
Pasamos ya a la cabecera
del Evangelio, donde nos espera el retablo de San Antonio de Padua, gemelo,
como comentaba antes, del retablo de la Virgen de la Rosa. Se trata del retablo
ocupado antiguamente por el Cautivo, estando la talla de San Antonio situada en
el trascoro de la iglesia. La escultura del santo es de talla completa,
policromada, dorada y estofada en oro, posiblemente del último tercio del siglo
XVII.
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Retablo de San Antonio de Padua. |
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San Antonio de Padua. Siglo XVII. |
A la izquierda, San
Lorenzo y, al otro lado, Santa María Magdalena, ambos del siglo XVIII,
ejecutados en madera de cedro
policromada y estofada. En la parte inferior del retablo, encontramos una pequeña hornacina, dentro de la que vemos un Niño Jesús portando orbe con cruz; antes alojaba una Inmaculada atribuida a Martínez Montañés.
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San Lorenzo. |
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Santa María Magdalena. |
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Niño Jesús. |
El retablo de San José,
siguiente en nuestro recorrido, es barroco, de finales del XVII, dotado de
altar, banco, un solo cuerpo, tres calles y ático. La cofradía de San José, en
la que ya existía una talla anterior, fue trasladada en el siglo XVII desde el
dominico convento de Santa Ana (lugar en el que fue fundada) a su actual
ubicación. La hornacina central nos presenta al padre de Cristo, con una vara
de plata en el brazo derecho y el Niño en el izquierdo, el cual sostiene una sierra de carpintero. Se trata de
una talla fechada a finales del XVII, principios del XVIII, de buena calidad
artística.
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Retablo de San José. |
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San José con el Niño. |
A los lados está
acompañado por San Antonio de Padua y otro santo que no he podido identificar
que porta en sus brazos algún tipo de paño ¿quizá de nuevo San Ildefonso? En el ático hay una
pequeña hornacina que contiene la imagen de la Virgen Milagrosa.
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San Antonio de Padua. |
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Santo desconocido. |
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Virgen Milagrosa. |
Como hicimos en el lado
de la Epístola, si nos giramos hacia la nave central veremos adosado a la
primera pilastra el retablillo de la Inmaculada. Situado en pilastra, es de estilo rococó, del siglo XVIII, realizado en madera dorada, utilizando
numerosos espejos, como era habitual en la época. En su interior vemos otro
parecido, pero más pequeño donde aparece la imagen de la Inmaculada
Concepción.
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Retablillo de la Inmaculada Concepción. |
El retablo de Nuestra
Señora del Rosario es barroco del XVII, de un solo cuerpo, con hornacina
central que acoge a la Virgen del Rosario, de finales del siglo XVII o
principios del XVIII. Sostiene en sus manos un Niño Jesús en actitud de
bendecir. En los laterales aparecen dos tallas de bulto redondo de santas que
he podido identificar, aunque quizá puedan corresponder a Santa Rosa de Lima y
Santa Isabel de Hungría.
En el ático del retablo,
encontramos un relieve policromado de la Última Cena, seguramente del siglo
XVII y necesitado de restauración.
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Retablo de Nuestra Señora del Rosario. |
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Cuerpo del retablo. |
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Nuestra Señora del Rosario. Siglos XVII-XVIII. |
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¿Santa Rosa de Lima? |
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¿Santa Isabel de Hungría? |
El retablillo de Santa Ángela de la Cruz viene a continuación. La talla es de madera policromada de nueva factura, situada en ese lugar después de su
canonización.
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La talla de Santa Ángela de la Cruz acompañaba anteriormente a la Virgen del Rosario. |
Ahora vendría el retablo de
Nuestra Señora de los Dolores, que no pude admirar por encontrarse aún en
estado de restauración. Sin embargo, sí puedo aportar una fotografía procedente
de www.artedelasiglesias.blogspot.com que nos muestra su
composición.
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El retablo de Nuestra Señora de los Dolores actualmente. |
Se trata de un retablo
barroco, seguramente del siglo XVII, de un solo cuerpo con hornacina ocupada
por la titular, atribuida a Montes de Oca, flanqueada por columnas salomónicas.
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Así se muestra habitualmente. |
En el cuerpo superior, se observa un relieve que
nos muestra la escena de La imposición de la casulla a San Ildefonso, igualmente
de la misma fecha, aproximadamente finales del XVII.
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Ático del retablo. Imposición de la casulla a San Ildefonso. |
Entre este retablo y el cajón
de la puerta del Evangelio por la que hemos accedido al templo se sitúa el Altar
de Nuestra Señora de Gracia. De pequeñas dimensiones, es de estilo barroco del
XVIII, mostrándonos sobre un alto banco ricamente decorado una réplica de la Patrona
de la ciudad. En la parte inferior, encontramos una pequeña pintura de la
Santísima Trinidad.
La imagen de la Virgen, datada
en el siglo XVII, se atribuye a la escuela de Montes de Oca o incluso al mismo
maestro.
El mismo fallo de la
cámara que me ha impedido fotografiar el altar anterior se me ha repetido
en el siguiente, que es el retablo de Nuestro Padre Señor Cautivo. Prometo que,
en una próxima visita, procederé a actualizar la entrada con imágenes propias. Estamos
ante un retablo neoclásico, de madera pintada imitando mármol, como es habitual
en estas realizaciones. La hornacina acoge la talla de Nuestro Padre Jesús
Cautivo, obra de Pedro Roldán fechada en 1.716, procedente de la iglesia de Santiago
en lamentable estado, siendo restaurado y expuesto en su lugar actual. Va escoltado
por ángeles turiferarios (portadores de incienso) pintados sobre tabla en los
laterales, modernos, del siglo XX. En el ático nos sorprende una figura de
bulto redondo de San Isidro, del siglo XVIII, procedente del antiguo convento
de San Sebastián.
Tan sólo nos queda por
visitar la Capilla Bautismal en esta nave del Evangelio. Como no he podido obtener
ninguna información sobre ella, me limito a publicar la fotografía (que con la
luz de frente tampoco ha salido como para ganar un premio):
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Capilla Bautismal. |
El coro de esta iglesia,
exento de la misma como comentaba al principio, está labrado enteramente en
madera y fechado en el siglo XVIII. Está cerrado mediante verja de madera y
adornado de espadañas con campanas. En la parte superior de las esquinas del
trascoro se alzan dos tallas de santos que no he podido identificar ni fotografiar
por la poca luz existente en la zona.
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Coro y órgano. |
Tras el coro, en una tribuna que se alza sobre la entrada principal, podemos ver el órgano del templo, rococó del XVIII, recientemente restaurado.
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Coro y órgano. |
No publico horarios de
este templo porque no tiene un tiempo específico para las visitas. El horario
de misas es: lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo a las 20,00 horas y
domingos también a las 11,00 horas, abriendo la iglesia una hora antes.
No
hay obstáculos para personas con movilidad reducida.
...Y por el "poder" que me otorga ser fiel y entusiasta seguidora tuya te nombro -Hijo predilecto de nuestro riquísimo Patrimonio Sevillano-
ResponderEliminar¡Viva la mare que te parió!
Un abrazo.
Mari Carmen.
Gracias, Mari Carmen. Siempre tan amable.
EliminarJeeeeeeeeeeee...
EliminarValoro tu blog, flamante Premio Dardos...