Situada en la popular calle Feria, Omnium Sanctorum es otra de las iniciales parroquias constituidas tras la toma de la ciudad a manos del rey Fernando III. Parece que se construyó en el emplazamiento de una antigua mezquita de época almohade, a su vez erigida sobre una anterior iglesia visigoda, sufriendo ruina total como consecuencia del terremoto de 1.356. De esta época tan solo se conservan los muros y la cabecera, que luego veremos con más detalle.
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Iglesia y torre de Omnium Sanctorum. |
Afortunadamente, formó parte del grupo de iglesias reconstruidas por orden de Pedro I y el arzobispo don Nuño, aprovechándose para incluir un gran presbiterio gótico, cuyo ábside pentagonal sobresale por la parte trasera del templo. Como todas las iglesias de Sevilla ubicadas en esta zona, Omnium Sanctorum fue incendiada tanto durante los sucesos revolucionarios de 1931, como en el levantamiento de 1.936, quedando tan solo los muros, la reja y la imagen de la Virgen, que pudo ser guardada en una casa particular.
El nombre de la iglesia proviene del nombre de la titular de la Hermandad que en ella reside: Nuestra Señora de Omnium Sanctorum. Este título se vincula con la antigua fórmula de rezo del Rosario; ya en el siglo XIV era habitual la invocación, durante o al final del rezo, de los santos preferidos de cada persona.
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Iglesia y torre de Omnium Sanctorum. |
Omnium Sanctorum constituye uno de los ejemplos más clásicos de templo de estilo gótico-mudéjar en la ciudad de Sevilla. De la iglesia fundada por san Fernando, comenzada a construir en el siglo XIII, no queda más que la portada de los pies, que da a la calle Feria, labrada en piedra y constituida por un arco apuntado con arquivoltas decoradas con puntas de diamante. Esta cabecera, idéntica a las de san Andrés y san Esteban, se atribuye a un desconocido autor, conocido como El Maestro de 1.356. En la línea de impostas se disponen relieves con cabezas humanas, ya muy erosionadas. Sobre el dintel se abre una ventana mudéjar realizada en la reconstrucción de 1.356.
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Portada principal de la iglesia. |
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Otra vista de la portada principal de la iglesia. |
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Ventana y rosetón sobre la clave del arco. |
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Relieves de cabezas humanas en la imposta del arco. |
Mirando de frente la portada, en el lado derecho luce un retablo cerámico de
La Virgen de Todos los Santos, realizado en 1.928 por Antonio Kiernam. A la izquierda podemos observar la
Cruz de los Carboneros, situada antiguamente en la calle del Carbón, actualmente Peris Mencheta. Esta cruz poseía un garfio donde los mozos de este gremio colgaban sus romanas, dejando a cambio una pequeña cantidad para el culto a la Santa Cruz.
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Retablo de la Virgen de Todos los Santos. Antonio Kiernam, 1.928. |
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Cruz de los Carboneros. |
En la calle Palacios Maraver se abre la portada de la Epístola, muy semejante a la portada principal, aunque bastante más deteriorada, sobre todo en la zona baja de las jambas. Junto a esta portada figura un retablo cerámico de
La Virgen del Carmen, firmado por cerámica Montalbán en el año 1.946.
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Ábside del presbiterio, con merlones y contrafuertes. |
Si seguimos rodeando la iglesia, veremos en la zona del mercado de abastos la portada del Evangelio, de estilo similar a las otras dos, pero cegada en la actualidad y con menos elementos decorativos.
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Portada del Evangelio. |
La alta y esbelta torre, situada en la esquina entre las portadas principal y del Evangelio, tiene divididos a los estudiosos respecto a su edad. Según unos, forma parte de la primitiva iglesia levantada por orden de Fernando III, otros eruditos la consideran de la época de Pedro I, mientras que una tercera opinión sostiene que fue construida a principios del siglo XV; incluso hay quien afirma que se trata del alminar de la mezquita. En cualquier caso, esta bonita torre, de base cuadrada, está realizada en ladrillo, con arcos de medio punto y paños de sebka en cada una de sus caras. Reformada posteriormente, se le añadió un remate superior de base cuadrada y pilastras adosadas, con arcos en los cuatro frentes y un alto chapitel de base hexagonal coronado con cruz de forja.
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Torre de la iglesia. |
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Campanario y remate de la torre. |
Visto el exterior, penetramos en el compás del templo, protegido por una verja moderna, y accedemos a su interior.
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Vista general de la iglesia desde la portada principal. |
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Nave del Evangelio. |
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Nave de la Epístola. |
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La iglesia desde los pies de la nave central. |
De planta típicamente gótica, la iglesia se divide en tres naves que se subdividen a su vez en cinco tramos. Presenta una cabecera muy pronunciada, con un presbiterio de gran fondo que ocupa la totalidad de la cabecera del templo. Esta zona se incluye indudablemente dentro del estilo gótico del siglo XIV, y es de los pocos restos salvados de los incendios que afectaron a este templo. El edificio se sustenta por pilares cuadrangulares, sobre los cuales se apoyan arcos apuntados que sostienen la moderna techumbre de madera que imita el estilo mudéjar, de par y nudillo la central y de colgadizo las laterales. El presbiterio se cubre mediante dos bóvedas nervadas de crucería, típicamente góticas.
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Aquí vemos los arcos y la techumbre de madera. |
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Techo de la nave central. |
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Doble bóveda nervada del presbiterio. |
Nada más entrar, nos topamos con las imágenes titulares de la Hermandad del Carmen Doloroso, de fundación bastante reciente, 1.983, y que realizó su primera Estación de Penitencia en el año 2.007. Componen el conjunto Nuestro Padre Jesús de la Paz, de Francisco José Reyes Villadiego (1.990), Nuestra Señora del Carmen, de Francisco Berlanga de Ávila (1984) y san Juan Evangelista, también de Francisco José Reyes Villadiego (2.000).
En el muro de esta nave cuelgan una serie de pinturas: La Última Cena, retrato de Juan Pablo II, La Adoración de los pastores y un obispo santo con libro y copón que no he podido reconocer.
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Pinturas en el muro de la nave de la Epístola. |
Junto a los cuadros, el barroco
retablo de san Antonio de Padua, con la Virgen y el Niño a su izquierda y santa Rita a la derecha, con el arcángel san Miguel en el ático. Es del siglo XVIII y proviene de la localidad de Osuna.
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Retablo de san Antonio de Padua. |
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San Antonio de Padua. |
A continuación aparece el
retablo de san José, también muy barroco, con un arco abocinado, en cuyo centro se abre una hornacina donde se sitúa el titular con el Niño. En el ático muestra una pintura de la Virgen con el Niño. Igualmente procede de Osuna y está fechado en el siglo XVIII.
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Retablo de san José. |
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Talla de san José con el Niño. |
Entre este retablo y la cabecera de la nave podemos ver dos arcos de medio punto cegados con un Crucificado de mediano tamaño entre ellos y una serie de cuadros. De ellos, tres son contemporáneos: la Virgen del Rocío y la del Monte, Patrona de Cazalla de la Sierra, ambas de Francisco Maireles y San Juan Bautista, obra de Antonio Díaz Arnido, que ha tenido la amabilidad de proporcionarme la información.
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Tramo final de la nave de la Epístola. |
Llegados ya a la cabecera de esta nave de la Epístola, podemos admirar el
retablo del Cristo de la Buena Muerte, barroco, de tres cuerpos, con columnas salomónicas y fechado en 1.690. El Crucificado, atribuido a Jorge Fernández Alemán, como me apunta mi amigo Antonio Díaz Arnido, es del siglo XVII. Procede de la parroquia de santa Ana, en Triana, donde era conocido como “Cristo de la Venia” debido a la costumbre del párroco de solicitarle permiso antes de comenzar la misa. Llegó en los años cuarenta del siglo pasado para sustituir al primitivo Cristo de la Buena Muerte, de mediados del siglo XIV, quemado en los sucesos de 1.936. Le acompañan las imágenes de la Virgen y san Juan, también del siglo XVII.
Junto al Retablo del Cristo de la Buena Muerte, en los dos arcos de medio punto, de los cuadros que hay, 3 son contemporáneos: la Virgen del Rocío y la del Monte, Patrona de Cazalla de la Sierra, obras de Francisco Maireles; y San Juan Bautista, obra de quien suscribe, Antonio Díaz Arnido. Felicidades por el artículo, muy acertado y muy riguroso. Un saludo.
ResponderEliminarMuy agradecido por la información, amigo Antonio. Procedo a su inclusión en la entrada.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, en la calle Feria hay 3 Templos, éste es que describes con rigurosidad, mimo y preciosas fotografías es el que más asiduamente visitaba, nací en ésta calle...hace "taítantos" años. Por estar situada al lado del Mercado de Abasto, (La Plaza), coloquial apelativo macareno. Recuerdo aquellos años muy bien, pese a los años transcurridos, es emotivo ver escenas donde pasamos la niñez-juventud.
ResponderEliminarComo veo que te gusta la investigación, dime, ¿crees que se trata de la iglesia cristiana más antigua de Sevilla?
Un saludín.
Mari Carmen.
Depende de cómo te plantees la pregunta. En primer lugar hay que considerar que el cristianismo no comienza con la expulsión de los musulmanes. Ya en el siglo IV, el emperador Teodosio declaró el cristianismo niceno (o sea el católico) como religión oficial del imperio. Es decir, que entre los siglos IV y VIII, tuvo que haber en Sevilla iglesias cristianas (se han encontrado restos bajo el Patio de Banderas).
EliminarAhora bien, si lo que preguntas es por la iglesia más antigua de la ciudad tras la toma de la misma por Fernando III, habría que distinguir entre parroquias e iglesias. Si hablamos de parroquias, el propio rey Fernando señaló las veinticinco primitivas collaciones, que adaptaron las mezquitas existentes para instalarse. Si, por el contrario, nos referimos a edificaciones, hay un cierto consenso en que la iglesia de santa Ana es la más antigua de Sevilla, datando del siglo XIII en época de Alfonso X.
Omnium Sanctorum, señalada por algunos como la más antigua, formó parte del grupo de iglesias (san Esteban, san Marcos, santa Marina, etc) mandadas construir por Pedro I y el arzobispo don Nuño tras el gran terremoto de 1.356, que causó ruina en muchas mezquitas adaptadas a iglesias cristianas.
Por tanto, pienso que la más antigua es la de santa Ana.
Un saludo.
El cristianismo de Teodosio no era católico por que en aquella época solo los arrianos eran católicos, y practicaban el unitarismo: "Solo hay un Dios y Jesús es su profeta" (que luego pasó al islam como <no hay más dios que Allah y Mohammed es su profeta). Los que llama usted católicos eran trinitarios, muy diferente al hecho actual católico, ya que eran casi ortodoxos (lo que en Grecia y Rusia actualmente).
EliminarCredo niceno [editar]
En el siglo IV, la iglesia cristiana estaba dividida por la controversia sobre la divinidad de Jesucristo, su relación con Dios Padre y la naturaleza de la Trinidad. En 325, Constantino I convocó el concilio de Nicea, que afirmó que Jesús, el Hijo, era igual al Padre, uno con el Padre, y de la misma sustancia (homoousios en griego). El concilio condenó las enseñanzas del teólogo Arrio: que el Hijo fue creado inferior a Dios Padre, y que el Padre y el Hijo eran de una sustancia similar (homoiousios en griego) pero no idéntica (véase Antitrinitarismo). A pesar de la decisión del concilio, continuó la controversia. Al tiempo del ascenso de Teodosio, había aún varias facciones eclesiásticas que promocionaban una cristología alternativa.
Arrianos [editar]
Aunque ninguno de los principales clérigos dentro del Imperio se adhirieran explícitamente a Arrio (un presbítero de Alejandría, Egipto) o sus enseñanzas, aún había algunos que usaban la fórmula homoiousios, y otros que intentaban eludir el debate diciendo simplemente que Jesús era como (homoios en griego) Dios Padre, sin hablar de sustancia (ousia). Todos estos no nicenos frecuentemente eran denominados arrianos (esto es, seguidores de Arrios) por sus oponentes, aunque ellos mismos no se habrían identificado como tales.8
En el reverso de esta moneda acuñada bajo Valentiniano II co-gobernante de Teodosios en 379-392, tanto Valentiniano como Teodosio son representados con halos.
El emperador Valente había favorecido al grupo que usaba la fórmula homoios; se trataba de la teología predominante en gran parte de Oriente y, bajo los hijos de Constantino el Grande, se introdujo en Occidente. Teodosio, por su parte, seguía de cerca el credo niceno que era la interpretación dominante en Occidente y sostenida por la importante iglesia de Alejandría.
¡¡¡GRACIASSSS!!!!
ResponderEliminarMuy completo y riguroso, hala, después de estos datos, a ver quién es guapo que le quedan dudas.
Un afectuoso saludo.
Hola Pepe,
ResponderEliminarHe releido tu magnifico post sobre mi Parroquia de Omnium Sanctorum, y he visto un par de cosillas que me gustaria completarte, si me permites. El Santo "desconocido" de la Capilla de los Javieres es, no podia ser de otra forma, San Francisco Javier, que ademas es Titular de la Hermandad.
Aprovechando mi reciente intervencion sobre las Imagenes del retablo del Cristo de la Buena Muerte, y consultando a expertos en arte, compañeros e historiadores, situan la cronologia de las mismas en el ultimo tercio del XVII, asi como que la Imagen Cristifera en ningun caso es de Ocampo, estando atribuida por contra a JORGE FERNANDEZ ALEMAN.
Espero que no te molesten estas puntualizaciones; creo que es enriquecedor para todos compartir todos nuestros conocimientos.
Un saludo, y sigue asi. Hasta pronto.
Obviamente,no es SAN ANTONIO ABAD(o de Alejandría),sino SAN ANTONIO DE PADUA.
ResponderEliminarCarlos Núñez.
Gracias por descubrir el gazapo, amigo Anónimo. Evidentemente se trata, como bien dices, de san Antonio de Padua; no hay más que ver sus símbolos tradicionales: el Niño y la Biblia en el brazo izquierdo y los lirios en la derecha.
ResponderEliminarYa está corregido el "lapsus calami".
Saludos.
El Crucificado que aparece en la foto "Tramo final de la nave de la Epístola" ¿Se sabe cual es?
ResponderEliminarPues no. Aún no he podido averiguarlo.
EliminarSaludos.