En esta entrada vamos a
recorrer el corto, pero interesante, trayecto que va desde la puerta del Alcázar
de Arriba hasta el barrio de San Felipe.
Entrada del Alcázar de Arriba, desde el que comienza nuestro paseo. |
Si nos situamos de espaldas a dicha portada y andamos todo recto por la calle Puerta de Marchena veremos, por algunos restos que aparecen aquí y allá, que estamos siguiendo el perímetro de la antigua muralla defensiva de la ciudad por ese lado.
En el lado de la izquierda encontramos un pequeño mirador desde el que podemos contemplar algunos lugares interesantes: una amplia vista de la fértil Vega de Carmona, el propio Parador de Turismo desde otra perspectiva, la torre de comunicaciones telegráficas del Picacho y, un poco más adelante, en una pequeña explanada a una veintena de metros bajo nuestros pies, la ermita de San Mateo. Seguimos adelante.
En el lado de la izquierda encontramos un pequeño mirador desde el que podemos contemplar algunos lugares interesantes: una amplia vista de la fértil Vega de Carmona, el propio Parador de Turismo desde otra perspectiva, la torre de comunicaciones telegráficas del Picacho y, un poco más adelante, en una pequeña explanada a una veintena de metros bajo nuestros pies, la ermita de San Mateo. Seguimos adelante.
La fértil Vega de Carmona, vista desde la calle Puerta de Marchena. |
El torreón del Picacho, fotografiado en dos días muy diferentes. |
Para llegar a la ermita de San Mateo hay que bajar una cuesta (llamada de San Mateo) de considerable desnivel. |
Si no bajamos a la ermita de San Mateo (solo se abre para la romería que se celebra cada año el 21 de septiembre en conmemoración de la toma de la ciudad por Fernando III en 1.247), giramos a nuestra derecha y luego a la izquierda (son unos pocos metros) y ya distinguiremos la fachada de la Epístola de la iglesia de San Felipe, que da nombre al barrio.
El templo fue edificado en
el siglo XIV sobre el solar de una mezquita, en el estilo gótico-mudéjar tan
del gusto del monarca Pedro I de Castilla.
Si la entrada se realiza por la puerta de del Evangelio, no hay problema para personas de movilidad reducida. Si es por cualquiera de las otras dos puertas, es difícil por la presencia de escalones.
Dos fotografías de la Puerta de la Epístola y torre-campanario de la iglesia de San Felipe, realizadas igualmente en diferentes días. |
Gárgolas de la fachada de la iglesia. |
Durante el siglo
siguiente es necesaria la restauración completa de la iglesia, según nos
muestra el libro de cuentas de la época, que ha llegado hasta nuestros días. Se
derriba casi todo, excepto la Capilla Mayor y el minarete. Entre 1.468 y 1.470
se levanta la portada principal, a cargo del alarife Martín García, y tres años
después las portadas laterales.
Las labores de
carpintería, principalmente el artesonado mudéjar de la nave central y las
cubiertas en colgadizo de las laterales fueron encomendadas a los hermanos Pedro
y Francisco Sánchez, corriendo a cargo de Pedro Sánchez de Castro la decoración
pictórica.
Torre-fachada del templo. |
La renovación concluye en
1.572 con la finalización del cuerpo de campanas, según se puede leer en una
inscripción (incompleta) que aparece en dicho cuerpo.
Fue parroquia hasta la
reforma realizada en 1.912, en que pasa a depender de San Bartolomé.
La portada principal
presenta un arco apuntado, con tres arquivoltas (la exterior adornada con
puntas de diamante), que se apoyan sobre cimacios sostenidos por jambas sin
fuste. Las arquivoltas están enmarcadas por un alfiz, sobre el que se sitúa una
cornisa soportada por veintiún canecillos.
Sobre ella se alza la
torre-campanario, con su cuerpo inferior macizado, con el cuerpo de campanas sobre él y coronado el
conjunto mediante chapitel hexagonal cubierto de azulejos blancos y azules.
Ventanas de la torre. |
Cuerpo de campanas y chapitel. |
Las portadas laterales
son iguales a la principal, con la única diferencia en la del Evangelio, que no
se adorna con puntas de diamante en su arquivolta exterior.
Portada del Evangelio. |
La torre, vista desde el lado del Evangelio. |
Y, como diría Mayra Gómez-Kemp,
“hasta aquí puedo leer”. Me explico a continuación, sin que vaya en detrimento
de que en posteriores entradas opine la relación simbiótica/parasitaria entre
parroquias y hermandades y cofradías.
Según la página web de la
Hermandad de la Amargura (www.amarguracarmona.es), que tiene su sede en
este templo, el horario de visita para todo el año es:
Sábados, de 11:00 a 14:00
horas en horario de mañana y de 16:00 a 18:00 horas en horario de tarde y
domingos, 11:00 a 14:00 horas en horario de mañana.
Este horario coincide
plenamente con el facilitado por la Oficina de Turismo de la ciudad. Pues bien,
un servidor ha visitado la iglesia en las horas indicadas cinco veces (cuatro
de ellas yendo expresamente desde Sevilla), entre noviembre y abril, encontrándome
en todas las ocasiones que el edificio está cerrado. Consulto con la Oficina de
Turismo (por si hubiese obras en el interior) y me comentan que no, nada de
obras. Escribo dos correos electrónicos a la dirección Email de la Hermandad y
no recibo respuesta.
La consecuencia de todo
ello es que lo que viene a continuación es casi todo texto, con pocas fotografías
porque, para más INRI, no he encontrado casi ninguna imagen del interior del
templo en la red. Por tanto, lo que muestro es lo que he conseguido, de
momento.
Fuente del siguiente
texto: www.amarguracarmona.es
Capilla Mayor.
El retablo principal es
de finales del XVIII y en él se veneran el Santo Apóstol, titular del templo,
otro Apóstol y la figura de San Juan Nepomuceno. El frontal es de azulejos de
Cuenca del siglo XVI. Junto al presbiterio se hallan las siguientes memorias
funerarias:
Aquí yace el bachiller Gonzalo Pacheco Barasa desde el año de
1612
Aquí yace el Vicario Alonso de Sosa beneficiado de esta
iglesia falleció en 18 de septiembre de 1588 años. Requiescat in pace (escudo).
Retablo Mayor de la iglesia de San Felipe. |
Nave central.
El tornavoz del púlpito es interesantísimo; corresponde al estilo mudéjar y debió ejecutarse en el último tercio del XV, con motivo de las obras reseñadas.
Existían cinco pinturas de asuntos bíblicos, flamencas, del siglo XVIII.
La sillería del coro no tiene interés particular.
En esta nave se lee lo siguiente en una lápida:
Esta sepultura es de Lorenza de Marchena de sus herederos.
Vistas generales de las naves de la iglesia y el artesonado mudéjar de la misma. |
Nave del Evangelio.
En la capilla colateral,
en un retablo de mediados del XVIII, recibía culto el Santísimo Cristo de San Felipe, acompañado de la Magdalena y San
Juan.
En esa misma capilla, hoy
día recibe culto la Santísima Virgen del
Mayor Dolor, imagen de candelero, tallada en pino de Flandes y policromada por
el maestro escultor Benito Hita del Castillo en el año 1.762.
Delante de la capilla, se
encuentra una lápida con la inscripción:
María Santísima del Mayor Dolor. Benito Hita del Castillo, 1.762. |
Detalle. |
Esta bóveda es del S. Cristo de San Felipe. Año de 1769.
Sigue otro retablo
pintado de blanco, decorado con motivos de rocalla, donde se venera al Patriarca San José, en interesante
imagen, con Jesús Niño en brazos, atribuido al círculo de Montes de
Oca.
En esta nave se entraba
también un retablo de mediados del XVIII, con una talla de San Joaquín con la Virgen Niña en brazos, acompañado por imágenes
de Santo Tomás de Aquino y San Juan Bautista, de la misma época y menor mérito.
También había una
capilla bautismal, con la pila, que tiene interesante basamento
renacentista, y que hoy se encuentra a los pies de la Santísima Virgen.
A continuación había un
retablo donde recibía culto la Virgen del Mayor Dolor y una imagen
pequeñita de Santo Domingo, del XVIII.
Por último encontrábamos
una pintura de gran tamaño, representando a Santa Bárbara con la Custodia en la
mano, obra sevillana del XVIII.
Nave de la Epístola.
En la cabecera de la
nave, donde hoy recibe culto el Señor de
la Amargura, en un sencillo altar de caoba, decorado con los hachones del
antiguo paso del Señor. Se trata de la imagen más antigua que procesiona en la
Semana Santa de Andalucía, pues data de 1.521, tallada en madera de nogal por
Jorge Fernández Alemán, artista injustamente olvidado en la actualidad, pero
que participó en grandes obras de su tiempo, como el Retablo Mayor de la
Catedral de Sevilla. Son totalmente suyas numerosas imágenes religiosas: Santa
Ana, de Triana, la Virgen de la Bella, de Lepe, el Cristo del Perdón de la
Hermandad de las Cigarreras, de Sevilla, o el grupo escultórico de la Quinta
Angustia de la Hermandad de la Soledad, de Écija.
A lo largo de su vida ha
sufrido varias restauraciones. En 1.967 está documentada una restauración a
cargo del insigne imaginero local Francisco Buiza, que modificó la cruz y el
sudario de la imagen.
Señor de la Amargura. Jorge Fernández Alemán, 1.521. |
Detalle de la imagen procesional más antigua de Andalucía. |
Desde mayo de 2010 a marzo de 2011, y
debido a su mal estado de conservación, fue restaurado de nuevo por el IAPH
(Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico), que devolvió a la imagen su
cromatismo original, manteniendo el sudario modificado por Buiza.
En ese mismo lugar había
un retablo, del XVIII, en el que se veneraba a la Virgen de la Encarnación. También se hallaban en él los arcángeles
San Rafael y San Miguel y los relieves de la Encarnación, San Joaquín y Santa
Ana.
Junto al citado retablo,
se encontraba otro, de la misma época, dedicado a San Isidro Labrador, seguido de de otro más de la segunda mitad del
mismo siglo XVIII, donde se admiraba la imagen de Nuestra Señora de la Piña o de Gracia,
una de las piezas magistrales de la escultura sevillana del XVI, producida en
el círculo de Roque Balduque. En este mismo retablo se encontraba, en
unidad artística con él, las tallas de San Antonio de Padua y San Francisco de
Paula, y el relieve de Ánimas.
El último retablo de la
nave era muy rico, también del XVIII. En él se veneraba a San Francisco Javier,
en imagen de vestir y otros santos jesuitas, mártires del Japón. En esa zona se
encuentra hoy día el paso procesional del Señor de la Amargura.
El Señor de la
Amargura, recibía culto en un baldaquino de esta nave.
En esta nave hallamos las
siguientes memorias funerarias:
Defunctus adhuc loquitur D. Rodrigo Brisuelas y uixil
Presbitero
Beneficiado de esta iglesia Comisario de la Santa Cruzada.
Fallecio el dia 7 de octubre de 1775 anios.
Beneficiado de esta iglesia Comisario de la Santa Cruzada.
Fallecio el dia 7 de octubre de 1775 anios.
Como hemos podido leer, hay muchos verbos en tiempo pasado, por lo que supongo (espero poder confirmarlo algún día) que en la iglesia tan solo quedan el Retablo Mayor y las imágenes de los titulares de la Cofradía.
Cuando nos marchamos podemos tener estas vistas desde la calle Arquillo de San Felipe:
C/ San Felipe, s/n.
Cuando nos marchamos podemos tener estas vistas desde la calle Arquillo de San Felipe:
Aquí vemos la iglesia desde la calle Arquillo de San Felipe. |
C/ San Felipe, s/n.
Sábados, de 10,00 a 14,00 horas y de 16,00 a 18,00 horas.
Domingos y festivos, de 11,00
a 14,00 horas.
Precios: 1 €.
Qué gozada, la cantidad de lugares preciosos que tenemos en esta tierra. Gracias por enseñarnos un poquito de cada rincón en tu blog.
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