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domingo, 3 de febrero de 2013

Círculo de Pasión 2.013. San Isidoro: el presente de una tradición, -II y final.

Continuamos con nuestra visita. Saliendo de la primera sala se nos ofrece esta vista:


En la puerta que se ve en la esquina del patio con vano de medio punto, tras la columna y el tablero se encuentra la segunda sala (de ahí que no me apercibiera de su existencia en mi primera visita).

Dedicado a la faceta sacramental de la hermandad, este espacio está presidido por la Custodia de Asiento, que forma parte todos los años de la procesión del Corpus Christi de la ciudad.
Custodia de asiento.
Fechada a principios del siglo XIX, es de autor desconocido, aunque en su interior aparece la inscripción “Me hizo José de la…”. Y ahora, la sorpresa: esta obra de arte no es metálica, como parece a simple vista, sino de madera tallada, consiguiendo el actual acabado al estar dorada con oro de muy baja ley, que le confiere el aspecto plateado que luce.

En el primer cuerpo se sitúa el Santísimo Sacramento durante las procesiones, en tanto que el segundo está ocupado por una imagen de la Inmaculada, rematando el conjunto la representación de la Fe.
Segundo cuerpo de la Custodia.
Vista del lado izquierdo de la sala.
A nuestra izquierda podemos ver un Crucificado, anónimo, del siglo XVIII, tallado en madera policromada, que se usa habitualmente para la Adoración de la Cruz en los oficios del Viernes Santo. Está colocada sobre un arca de tres llaves, elaborada en madera de pino y adornada con pinturas que representan a la Virgen de las Nieves, la Custodia y las Ánimas Benditas del Purgatorio.
Crucificado del siglo XVIII sobre un arca de tres llaves.
El Estandarte Sacramental, de 1.750, fue bordado en oro sobre seda blanca por Lucas Ortega, encargándose Antonio Barrón del labrado del asta y la cruz, repujadas en plata. También de plata y de la misma época son las varas sacramentales que acompañan el Estandarte, obras de Miguel Palomino, al igual que la pértiga que se muestra a su lado.
Estandarte Sacramental.
Pértiga.
Ocupa el centro de este testero izquierdo el Tríptico de la Última Cena, anónimo, de la segunda mitad del siglo XVI. La zona central es un lienzo pintado al óleo de esta escena de la vida de Cristo, en tanto que los laterales están ocupados dos óleos sobre tabla, que representan a san Francisco y santo Domingo. El magnífico estado del conjunto me lleva a pensar que sido restaurado recientemente.
Tríptico de la Última Cena.
San Francisco de Asís.
Santo Domingo de Guzmán.
Escena central.
Parte superior del tríptico.
Frente al tríptico, en el interior de una vitrina, se muestran una serie de documentos, entre los que figuran una partitura del Oficio del Corpus, de 1.792, y una joya bibliográfica: el Libro de Reglas Primitivas (el más antiguo conservado de una Hermandad Sacramental), datado en el año 1.526 y en muy buen estado de conservación.
Partitura del Oficio del Corpus, 1.792.
Libro de Reglas de la primitiva hermandad. 1.526.
A la izquierda del muro frontal a la puerta de entrada vemos un conjunto de cuatro tallas, todas ellas de Pedro Duque Cornejo y de la misma época, 1.706-1.708. Las dos mayores, san Joaquín y santa Ana, están situadas habitualmente en sendas hornacinas de la Capilla Sacramental, en tanto que las dos más pequeñas, Santiago, el Mayor y el rey David, forman parte del retablo de dicha capilla.
Cuatro tallas de Duque Cornejo, 1.706-1.708. 
San Joaquín.
San Joaquín (detalle).
Santiago, el Mayor.
El rey David.
Santa Ana.
Santa Ana (detalle).
A continuación, en el interior de una vitrina, se expone la Urna del Monumento, labrada en plata por Juan de Amores en 1.805.
Urna del Monumento. Juan de Amores, 1.805.
Junto a ella, en el suelo, podemos observar un cajón para insignias del siglo XVIII con una inscripción que reza: “Soi de la Hermandad del Santísimo y Ánimas de la Parroquial de S. Ysidoro”. Está policromado con alegorías eucarísticas.
Cajón para insignias. Siglo XVIII.
Sobre él cuelga un lienzo de “Aparición de la Virgen a san Cayetano”, de la escuela sevillana del siglo XVIII.
Aparición de la Virgen a san Cayetano. Escuela sevillana, siglo XVIII.
En otra vitrina se guardan botaderas del siglo XVIII (recipientes de latón en los que se depositaban las bolas blancas y negras durante las votaciones de los Cabildos) y, sobre ellas, dos figuras del Niño Jesús. La de la izquierda, del círculo de Martínez Montañés (hacia 1.610),  es la que forma parte de la procesión del Corpus. La otra talla es anónima del siglo XVIII.
Botaderas del siglo XVIII.
Dos figuras del Niño Jesús.
La de la izquierda es de la escuela de Martínez Montañés que procesiona en el Corpus.
Seguidamente, en el interior de una vitrina de madera se encuentra el Niño Jesús de la Virgen de las Nieves, también anónimo y del siglo XVIII.
Niño Jesús de la Virgen de las Nieves. Siglo XVIII.
El Guión Sacramental es de mediados del siglo XVIII, bordando en oro sobre seda con asta de plata repujada.
Guión Sacramental. 
Ya en la esquina de esta pared hay una Inmaculada, realizada con barro cocido y telas encoladas por Cristóbal Ramos. 
Inmaculada Concepción. Cristóbal Ramos.

Frente a ella, en vitrina horizontal situada en el centro de la sala, hay algunos objetos interesantes, como el Medallón del Pertiguero, elaborado en plata durante la segunda mitad del XVIII, o el Libro del Voto del Dogma de la Inmaculada Concepción, caligrafiado por Josef María Pardo y Pogio en 1.799.
Libro del Voto del Dogma de la Inmaculada Concepción.
Medallón del pertiguero.
Vista general del lado derecho.
Pasamos a la pared derecha, donde veremos los ángeles ceriferarios del camarín de la Virgen de las Nieves. Tallados en madera y policromados, están fechados en el siglo XVIII.
Ángeles ceriferarios del camarín de la Virgen de las Nieves.
Sobre ellos dos pequeños cuadros, un San José y una Adoración de los pastores, de los que no he encontrado información.
Adoración de los pastores.
San José.
A continuación veremos el conjunto formado por un manifestador y un ostensorio, de plata dorada y estilo barroco, cincelados en 1.705 por Raimundo  Garay, acompañados por abundante candelería sacramental de plata, obra de Miguel Palomino en 1.752.
Pared derecha de la sala.
Manifestador y ostensorio.
Nueva vitrina, con cuatro objetos: un portaviático y una demanda petitoria de Miguel Palomino (mediados del XIX), un atril de plata repujada, anónimo, de la segunda mitad del XVIII y un ostensorio pequeño de plata dorada, del siglo XIX.
Sobre la vitrina cuelga un óleo sobre tabla enmarcado, con fecha de 1.773, en el que se señalan las fiestas mensuales.
Óleo en el que se detallan las fiestas mensuales a celebrar en la parroquia.
Hemos llegado ante la última pared de la sala. Una vitrina horizontal contiene las figuras de los cuatro Evangelistas, todas ellas talladas por Pedro Duque Cornejo y policromadas entre los años 1.706 y 1.708. Habitualmente se sitúan en el camarín de la Virgen de las Nieves.
Relación de privilegios y condiciones para acceder a ellos.
Los cuatro Evangelistas. Pedro Duque Cornejo, entre 1.706 y 1.708. 
Un pergamino enmarcado aparece sobre los Evangelistas, dando cuenta del Cabildo General celebrado por las dos hermandades en 1.847.
Cabildo general de 1.847.
Finalizamos el recorrido de la sala ante una imagen de san José, de talla completa y autor anónimo, datada en el siglo XVIII.
San José con el Niño. Anónimo, siglo XVIII.
Hemos terminado la visita a esta exposición del Círculo de Pasión, una actividad que no conocía de este Círculo Mercantil y que merece un gran aplauso por parte de muchos. Unos, los “capillitas jartibles”  (con todo el cariño del mundo) porque les ayuda a “pasar el mono” hasta la salida de La Borriquita; otros, como un servidor, porque les permite contemplar auténticas obras de arte que, o bien no están expuestas habitualmente en sus parroquias de origen o bien están colocadas en lugares a los que la vista no llega. En cualquier caso, como digo, magnífica la idea.

El edificio está perfectamente adaptado para personas con movilidad reducida.

2 comentarios:

  1. La virgen Inmaculada es de barro cocido y telas encoladas obra de Cristóbal Ramos no de Duque Cornejo.

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    1. Hola, amigo Anónimo.
      Ya está rectificado.
      Muchas gracias por el apunte.

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